"La mayor gloria de una mujer es que no hablen de ella", dijo Pericles.
Maneras trágicas de matar a una mujer. Nicole Loraux

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mujeres que aman, hombres que huyen. Nicole Loraux

De Notas sobre un imposible sujeto de la historia
de Nicole Loraux
http://ddd.uab.cat/pub/enrahonar/0211402Xn26p13.pdf

¿Un  hombre experimenta intensamente placer o dolor? Se dirá que actúa como una mujer, o más  bien  que da rienda suelta a la mujer que  hay en él.
Los griegos plantean, explícitamente y sin reticencias, que existen hombres- hombres, mujeres-mujeres, hombres-mujeres y mujeres-hombres, tal como afirma  un pasaje asombroso del tratado hipocrático Sobre la dieta.  Demasiada virilidad amenaza al hombre, o al  héroe: si, por el contrario, éste libera a la mujer que
lleva dentro de sí, su virilidad se verá  realzada. Heracles, el supermacho,  neccsita  baños calientes (su virtud emoliente, esto es,feminizante, es bien conocida de los griegos), y yo añadiría que en más de una ocasión el héroe se viste de mujer.
¿Quién osaría negar la virilidad de Heracles? Estoy convencida de que el hijo de Zeus sabe sustentarla liberando precisamente su parte femenina.


Porque, más que en cualquier otro lugar civil, en el teatro se trata  de mujeres.  De  mujeres y de  lo  femenino, sin duda. Pero también de  mujeres en tanto que son a la vez esa raza tan vituperada y la imposible mitad
de la ciudad.
En la escena trágica, frente a los hombres  hay unas mujeres, y a menudo,  por lo  menos en Eurípides,  ante hombres inseguros de su virilidad -Jason,  Hipólito, Admeto. ..-,  Medeas, Fedras, Alcestis , muy diferenrrs entre sí, pero con  un  p u n t o  en común: se atreven a amar  (y también, más  de  una  vez, a odiar). Mujeres que aman y hombres que huyen.