"La mayor gloria de una mujer es que no hablen de ella", dijo Pericles.
Maneras trágicas de matar a una mujer. Nicole Loraux

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mujeres para los hombres (Loraux)


¿Por qué tantas mujeres sobre la escena? Porque, por una parte, la tragedia está hecha de la  representación de  las mujeres por y para  los hombres. Por los hombres, ya que son hombres -e  incluso ciudadanos-  quienes actúan, con toda la ambigüedad y el placer que el juego  de  la interpretación implica  (el placer
del descentramiento, el placer del transvestismo, que borra y subraya a la vez la diferencia de sexos).


Más allá del publico, el destinatario; o el beneficiario que es el mismo. Del  modo en que las tragedias, tanto las de Esquilo o Sófocles como las de Eurípides, establecen los límites que nadie puede transgredir, resulta que los hombres son el único beneficiario del espectáculo trágico. Porque, al reflexionar sobre la muerte de las mujeres  en la tragedia, se comprueba que en el seno mismo de la alteración más sistemática, hay límites que no deben transgredirse, porque determinan lo que corresponde a un hombre y  a una mujer. Ya  sea una mujer que, virilmente, asume el poder  -por  ejemplo, Clitemestra-,  o un hombre al que se le ha asignado un comportamiento femenino, llega un momento en que la ortodoxia debe ser reinstaurada ( y  la muerte constituye el momento privilegiado de dicha restauración). Beneficiarios del espectáculo trágico, los hombres de Atenas capitalizan entonces el doble beneficio de haber alterado totalmentc el orden cívico en su pensamiento, y de  haberlo restablecido totalmente después.

Nicole Lauraux